Para la pintura acrílica suelen usarse pinceles de pelo más bien duro.
La cerda puede absorber mucha pintura espesa, pero, para pintar detalles muy finos, proporciona una pincelada demasiado imprecisa. Además, la cerda pierde con el agua parte de su flexibilidad.
Los pinceles sintéticos (filamento selecto) son insensibles al agua y sirven tanto para la pintura espesa como para la diluida, y los trabajos de precisión.
Hay pinceles disponibles en diferentes proporciones calidad-precio. Los Rembrandt se elaboran todos a mano y ofrecen la calidad más elevada posible. Los Van Gogh, también elaborados a mano, son de precio atractivo y excelente calidad. Los Talens ofrecen una buena calidad a un precio asequible.
Los pinceles para acrílico poseen un mango muy largo para que se pueda trabajar a suficiente distancia del cuadro.
Los tipos de pelo más suaves pueden absorber mucha humedad, por eso se usan para los pinceles de acuarela. Hay pinceles de diversas calidades y diferentes precios, dependiendo del tipo de pelo. Muy asequibles son los de pelo de poni, cabra y buey. Más caros, pero de excelente calidad, son los de pelo de ardilla, marta roja y kolinsky.