Ecoline y acuarela pueden mezclarse sin más, pero el que sea sensato hacerlo, depende de la intención con que se realice el trabajo.
Una diferencia importante entre los dos tipos de pintura es que la acuarela se elabora a base de pigmento y la Ecoline, a base de colorante. Al elegirse el pigmento para la acuarela, hay que tener en cuenta que posea un grado óptimo de resistencia a la luz para que no se aclare bajo el influjo de la luz. En los colorantes, desgraciadamente, no puede hacerse esta elección ya que la gran mayoría de ellos tiene una resistencia a la luz mediana o mala.
Si se realiza un trabajo con intención de que dure mucho tiempo colgado de la pared, por tanto, expuesto a la luz, es aconsejable usar sólo acuarela. Si, por el contrario, el trabajo es de carácter transitorio, las características de la Ecoline (la transparencia e intensidad de color de los colorantes es inigualable) pueden ofrecer grandes ventajas. Piénsese, por ejemplo, en ilustraciones, diseños y presentaciones. Una ilustración probablemente va a reproducirse en un libro o una revista, un diseño sirve como punto de partida para alcanzar un producto final. Los originales pueden guardarse en una carpeta cerrada.

 

 

 

Si se diluye la tinta china con mucha agua en un frasquito, suele ocurrir que el pigmento forma grumos y desciende al fondo. ¿Por qué ocurre esto y cómo puede evitarse?

El pigmento de negro de humo que contiene la tinta china es de una finura extrema, menos de 2 micras (1 micra = 1 /1000 mm). Estas partículas se encuentran en movimiento constante dentro de la tinta, chocan unas contra otras y vuelven a separarse. El especial método de elaboración de la tinta hace que no se peguen unas a otras formando grumos. Sin embargo, si se añade demasiado rápido mucha agua a la tinta, se disuelve el aglutinante (goma laca) que rodea a las partículas y éstas se unen entre sí formando partículas más grandes que se depositan en el fondo. Al diluir la tinta, hay que añadirle el agua muy poco a poco y mezclar para evitar este fenómeno.